Durante toda mi niñez, adolescencia y ahora como adulta, siempre me acompaña Silvio, Silvio Rodríguez...sonara cursi, trillado y hasta un estereotipo semántico puede ser el decir que ese cubano es mi ídolo de todos los tiempos, pues si lo es, en las épocas de ausencia de televisor, era Silvio el que aparecía, en las épocas de comprar fetiches de los ídolos, pues fue una camisa de Silvio la que apareció.
Y por fin lo pude ver, y por fin pude ver de cerca la boca de donde emanan frases que marcan mi vida...y no pude hacer más que llorar y llorar...cantar y cantar....
Fue una noche de sueños cumplidos, de ver toda mi vida en cada canción, de recordar cada momento de dolor, alegría, soledad y satisfacciones.
Fotos cortesía Donelly Henrríquez
1 comentario:
Cuando coincidimos en tiempo y espacio con mi ahora esposa, su primera impresión sobre mí no fue precisamente “que agradable muchacho”, sin embargo algo que se dio con la colaboración de ambas dimensiones, fue la de conocernos lento pero seguro (como una tartaruga); algo que le hizo salir de su seguridad sobre su primera impresión y que de paso me favoreció, fue el que me gustara música que para ella no estaba acorde a mi ser y vivencia.
Vivir junto a ella el reencuentro con aquellos elementos y creencias que Silvio Rodríguez le hizo forjar, sin dejar de lado la colaboración de mis amados suegros, fue genial y gratificante, he de agradecer a las estrellas que ese día nos acompañaron, las mas lejanas y las mas cercanas.
Fuera de lo anterior ver este tipo de manifestaciones y aglutinaciones de personas fue genial y me recordó que si todos jaláramos la carreta en la misma vía, no deberíamos quejarnos por como estamos y cosas por el estilo.
Por último, ser partícipe de semejante muestra de talento, pericia y carisma, es genial, y me perdonan por repetir esta expresión, pero Silvio se mandó coreamos sus canciones, se le hizo regresar varias veces y sobre todo se le ovacionó y se le demostró que se le aprecia como artista y persona, como asistente al concierto, llenó mis expectativas y alimentó mi alma.
En un día como hoy (03/mar)
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